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¿Las escuelas matan la creatividad?

“La creatividad es hoy tan importante en la educación como la propia alfabetización”.



Sir Ken Robinson es un maestro, escritor, investigador, consultor y conferencista británico que ha trabajado con gobiernos, sistemas educativos, agencias internacionales y empresas globales para liberar la energía creativa en las personas y las organizaciones. Su charla ¿Las escuelas matan la creatividad? es una de las más vistas en la historia de la plataforma TED. Al día de hoy, acumula más de 57 millones de reproducciones.
Lo que Sir Ken Robinson afirma en 20 minutos de una conferencia rica en ideas y en humor, es que los sistemas educativos fueron diseñados para formar personas con habilidades académicas. La prueba es que en todos ellos, sin excepción, las materias más importantes son matemáticas y español, después vienen las humanidades y hasta el final, las artes. Sin embargo, sostiene el educador, esa jerarquía ya no funciona en un mundo que cambia a gran velocidad y que tiene un alto nivel de impredictibilidad.
“Los niños tienen capacidades extraordinarias de innovación y una de las razones es que se arriesgan: si no saben, prueban. No tienen miedo a equivocarse”, asegura Robinson. Y quien no está preparado para equivocarse, añade, no será capaz de encontrar algo realmente original. El problema, en su opinión, es que los niños pierden esa capacidad a medida que crecen, y eso sucede en gran parte porque los errores están muy mal vistos en los sistemas educativos tradicionales. “El resultado es que estamos educando personas para que abandonen sus capacidades creativas”, lamenta.
Él está convencido de que la creatividad es tan importante en la educación como la propia alfabetización, por lo cual las escuelas deberían darle el mismo estatus.
Porque en la mayoría de las escuelas, señala el conferencista, los alumnos que tienen éxito son aquellos que tienen mayores habilidades académicas. Los sistemas educativos fueron diseñados en la era del industrialismo, y desde entonces se considera que las materias más altas en la jerarquía son las que más pueden servir para el trabajo. Pero en el siglo XXI, esto ha cambiado radicalmente.
Por otro lado, Robinson afirma que la habilidad académica ha llegado a dominar nuestra visión de la inteligencia porque las universidades diseñaron el sistema educativo a su imagen. “Las consecuencias son que muchas personas brillantes y creativas piensan que no son inteligentes, porque aquello para lo que eran buenos no fue valorado en la escuela, o incluso fue estigmatizado. Creo que no podemos permitirnos seguir por ese camino”, afirma el profesor.
Él define la inteligencia como el proceso de tener ideas originales que tengan valor. Y considera que hay tres características de la inteligencia que los educadores deben tener muy en cuenta: es diversa (pensamos a raíz de imágenes, sonidos, movimiento, etc.); es dinámica (porque el cerebro no está dividido en compartimentos, sino que funciona de manera interactiva); y es única. Para Robinson, necesitamos cambiar radicalmente nuestra idea de la inteligencia.
“Creo que la esperanza para el futuro es reconstruir nuestro concepto de la riqueza de la capacidad humana”, concluye el educador. “Nuestro sistema educativo ha explotado nuestras mentes como nosotros hemos explotado a la Tierra: buscando un recurso en particular. Y para el futuro, eso no nos va a servir. Debemos repensar los principios fundamentales bajos los que estamos educando a nuestros hijos”.
Autor:Grupo SM Fuente:http://grupo-sm.com.mx/?q=blog-las-escuelas-matan-la-creatividad