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“La educación presencial es insustituible”

La educación a distancia implantada durante el confinamiento tendrá un impacto en la educación presencial. Y en ese proceso, en el que la tecnología ha tenido un papel clave, Fernando Trujillo se plantea una cuestión: ¿para qué queremos usar la tecnología de ahora en adelante?

Fuente:https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/fernando-trujillo-educacion-presencial-es-insustituible/


La crisis sanitaria pilló a la educación del revés sin el soporte que le daba la presencialidad en las aulas. El curso ha comenzado de nuevo y los centros, docentes y equipos directivos necesitan pautas y propuestas para estructurar lo que será la educación de ahora en adelante.Y de eso trata el último manual de Fernando Trujillo (docente en la Universidad de Granada y socio fundador de ‘Conecta 13’) ‘Aprender y enseñar en tiempos de confinamiento’, en el que se recogen distintas propuestas para la educación del siglo XXI.
Trujillo señala que un cambio en la educación no es sinónimo de ‘digitalizar las escuelas’ sino de preguntarse cuál es el verdadero uso que se quiere hacer de la tecnología; que hay que reforzar la educación presencial pero sin olvidar (y mejorando) todos los mecanismos que se llevaron a cabo en pleno confinamiento y que la educación es una tarea permanente a lo largo de la vida y también colectiva (en la que las familias son aliadas necesarias).
Y ahí está la clave de la educación del futuro: “La educación dejará de ser una tarea exclusiva de la escuela, aunque ésta siga siendo la institución fundamental y privilegiada de aprendizaje en sociedad”.
Pregunta: El objetivo de este libro es hacer propuestas útiles para la educación del siglo XXI tras la crisis sanitaria. ¿Cuál es el papel que deben asumir docentes y estudiantes en esta ‘nueva educación’?
Respuesta: La pandemia de COVID-19 ha generado en la educación una serie de grietas que nos permiten ver las debilidades del sistema, aquellos aspectos que deben ser reforzados para la construcción de un sistema educativo ajustado no solo a la realidad actual, que es ciertamente excepcional, sino también a los retos que plantea el siglo XXI.
En este sentido, tanto los docentes como los estudiantes comparten un reto: aprender para desarrollar su vida ciudadana y en sociedad, además de sus competencias personales o profesionales. Es decir, el aprendizaje en el siglo XXI es la puerta de una vida plena en lo personal y en lo social y sin unos aprendizajes mínimos parece difícil alcanzar un desarrollo pleno y feliz del individuo en sociedad.
Y ahí está la clave de la educación del futuro: “La educación dejará de ser una tarea exclusiva de la escuela, aunque ésta siga siendo la institución fundamental y privilegiada de aprendizaje en sociedad”.
Pregunta: El objetivo de este libro es hacer propuestas útiles para la educación del siglo XXI tras la crisis sanitaria. ¿Cuál es el papel que deben asumir docentes y estudiantes en esta ‘nueva educación’?
Respuesta: La pandemia de COVID-19 ha generado en la educación una serie de grietas que nos permiten ver las debilidades del sistema, aquellos aspectos que deben ser reforzados para la construcción de un sistema educativo ajustado no solo a la realidad actual, que es ciertamente excepcional, sino también a los retos que plantea el siglo XXI.
En este sentido, tanto los docentes como los estudiantes comparten un reto: aprender para desarrollar su vida ciudadana y en sociedad, además de sus competencias personales o profesionales. Es decir, el aprendizaje en el siglo XXI es la puerta de una vida plena en lo personal y en lo social y sin unos aprendizajes mínimos parece difícil alcanzar un desarrollo pleno y feliz del individuo en sociedad.