¿Cómo ha afrontado el confinamiento la comunidad educativa? ¿Cómo se han sentido los estudiantes durante esos días y cuánto ha afectado a su motivación y bienestar emocional? ¿Hasta qué punto han transformado su metodología los docentes? ¿Cómo ha influido la incertidumbre sanitaria e incluso la pérdida de un ser querido? ¿Cómo han acompañado las familias este modelo? ¿La tecnología será ya un compañero más? ¿Cómo se han adaptado los colegios al nuevo curso?
Estas son algunas de las preguntas que han respondido a través de un cuestionario anónimo un total de 160.000 estudiantes -desde cuarto de Primaria hasta segundo de Bachillerato y Formación Profesional- y 19.000 docentes de 1.000 centros educativos para el estudio ‘Volvemos a clase. El impacto del confinamiento en la educación’. Desarrollado por el Instituto de Evaluación IDEA de la Fundación SM, se ha llevado a cabo para conocer la situación socioemocional de estudiantes y docentes durante el confinamiento y su regreso a las aulas.
Las preguntas de los cuestionarios se organizaron en cinco dimensiones: condiciones personales y sociales para el aprendizaje y la enseñanza durante el confinamiento, situación socioemocional en ese tiempo, valoración del aprendizaje y la enseñanza a distancia, situación socioemocional al regresar al centro y actitud ante el aprendizaje y la enseñanza al regresar a las aulas.

Los resultados entre los estudiantes: notable al aprendizaje a distancia y apoyados emocionalmente
Durante el confinamiento, el 69% del alumnado encuestado asegura que se ha manejado bien con el aprendizaje a distancia. Dicho porcentaje es mayor en los estudiantes de Primaria (77%) mientras que baja en los de Bachillerato (57%) y FP (54%). En relación a la educación online, el 52% de los niños y jóvenes dedicaron al día entre una y tres horas al estudio, siendo mucho mayor la dedicación en Bachillerato: más de cuatro horas diarias.
«El 85% del alumnado se ha sentido apoyado emocionalmente por su familia y su relación ha mejorado durante el confinamiento»
Para estudiar desde casa, la gran mayoría del alumnado participante (un 88%) ha tenido una habitación propia o algún espacio en el que poder estudiar concentrado sin que le molestara nadie, y sólo el 2% no pudo continuar su aprendizaje desde casa al no tener ningún dispositivo digital. El 77% de los estudiantes de barrios con mayor renta han contado con equipo propio, ya fuera ordenador, tableta o teléfono, para seguir la enseñanza digital, siendo ese porcentaje algo menor (68%) en alumnado de barrios con rentas inferiores.
En cuanto al acceso a internet, el 96% de los estudiantes ha podido conectarse de forma continua, aunque un 25% reconoce que no les funcionaba bien. Lo que más han aprendido durante el confinamiento (42%) es la importancia de saber organizarse ya que la mitad de los estudiantes (56%) reconoce haber aprendido menos a distancia que en clase.

Por otro lado y en relación al ámbito emocional, el 70% de los estudiantes se han sentido apoyados por parte de los docentes, alcanzando un 85% en Primaria. Un porcentaje que aumenta respecto a la ayuda del profesorado en la vuelta a las aulas, ya que el 88% reconoce estar seguro de que los docentes les ayudarán si tienen dificultades de aprendizaje. Además, el 85% del alumnado se ha sentido apoyado emocionalmente por su familia y su relación ha mejorado durante el confinamiento, y sólo empeoró en un 7% de los hogares encuestados.

Los resultados entre los docentes: sobrecargados en el acompañamiento online de los estudiantes y con prioridades para este curso
En cuanto a los docentes, la enseñanza online durante el confinamiento ha sido vista de forma diferente que el alumnado: 9 de cada 10 profesores creen que se aprende más en el colegio que a distancia, mientras que el 75% del alumnado lo valora de la misma forma. La mayoría de los profesores ha vivido el confinamiento agobiado por las exigencias laborales (77%), con mucho estrés (68%), con grandes dificultades para conciliar (56%) y con una alta dedicación: más de la mitad (54%) asegura que han destinado más de siete horas diarias a las actividades de enseñanza, siendo los docentes de Secundaria los que más tiempo han dedicado (el 61% más de siete horas).

En relación al sistema de evaluación, hay discrepancia entre los dos colectivos: el 85% del alumnado se manifestó satisfecho con la evaluación realizada, mientras que solo el 35% del profesorado lo valoró positivamente.
Sin embargo, la mayoría de los docentes están satisfechos con los resultados de su esfuerzo: el 75% considera que ha sido capaz de ayudar a todos los estudiantes que lo necesitaban y el 72% de comunicarse con las familias de sus alumnos. A pesar de los esfuerzos se han sentido muy apoyados por el equipo directivo de su centro (82%) y por sus compañeros (87%).
Por otra parte, el profesorado ha seleccionado cuatro dimensiones educativas como prioritarias en este curso: cuidar especialmente el bienestar del alumnado (57%); potenciar el uso de las tecnologías (46%); dar más énfasis a que los estudiantes aprendan a aprender (39%); y animarles a que se esfuercen y sean responsables (32%).
Otros datos: la vuelta a clase y las dificultades de la pandemia
¿Cómo han regresado los estudiantes y docentes a las aulas? 9 de cada 10 estudiantes de Educación Primaria consultados han regresado con mucho ánimo al centro educativo, un comienzo que ha sido ilusionante también para 7 de cada 10 alumnos de la ESO y 6 de Bachillerato. Por su parte, el 96% de los docentes ha vuelto a las aulas con muchas ganas de enseñar, y más de la mitad (65%) considera que este curso cambiará su forma de enseñanza. En relación con la preocupación por los contagios en los colegios, el 76% del profesorado se muestra preocupado, mientras que en el alumnado ese porcentaje baja al 52%.
Por otro lado, y en lo referente a los problemas que la pandemia ha traído a los estudiantes, el estudio revela algunos datos negativos, como que el 21% del alumnado de barrios de rentas más bajas ha visto como uno de sus padres o tutores o, incluso, ambos han perdido su trabajo debido a la crisis sanitaria, siendo ese porcentaje solo del 11% en los barrios de rentas más altas.

También, el 31% del alumnado reconoce haber tenido dificultades para seguir las clases online. Los más críticos han sido los estudiantes de Bachillerato y FP que han vivido el confinamiento con desánimo y con problemas emocionales en un 40% y un 48% considera que estos meses de enseñanza digital influirán negativamente en sus aprendizajes futuros.