“Nos hacen cursos en línea, pero son asincrónicos y creo que muy teóricos, a veces tenemos que responder lo que creen que tenemos que responder, porque si decimos lo que la realidad es, entonces ya reprobamos …. Y luego nos preguntamos por qué reprobamos si hemos tenido cursos con la asociación de intérpretes.”

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Fuente: Docente CAED
Michoacán

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¿Cómo pueden hacer frente a estos desafíos los docentes de los CAED y mejorar su práctica?

Especialistas como Mercado (2018), Terigi (2013) y Cantón y Tardif (2018) han destacado la importancia de movilizar los saberes y conocimientos de los docentes a través del intercambio de experiencias y la reflexión, en la construcción de prácticas de enseñanza que ayuden a enfrentar las variadas demandas que conlleva el trabajo frente a grupo. En cada CAED existe una diversidad de docentes con perfiles y conocimientos especializados en alguno o algunos de los distintos tipos de discapacidad, de ahí que se considere viable que compartan prácticas diversificadas mediante encuentros presenciales o virtuales.
Las prácticas de enseñanza diversificadas parten del principio de que existen barreras para el aprendizaje y la participación (BAP) que se encuentran en el contexto y no en el individuo (Tomlinson, 2001). Desde esta perspectiva se reconoce que se debe responder a la diversidad de los estudiantes, en lugar de esperar que ellos se adapten a un modelo educativo rígido y uniforme. Algunas recomendaciones para ello son:

• Conocer y tener presente en todo momento las diferencias individuales de las y los estudiantes derivadas de su cultura, género, personalidad, características físicas e intelectuales y promover un clima de aceptación y respeto entre todos.

• Centrarse en el propósito esencial de cada aprendizaje y comprender el proceso para llegar a él para, con base en ello, plantear actividades que sean pertinentes y resulten variadas, interesantes, lo que permitirá distanciarse del planteamiento de tareas homogéneas.

• Utilizar diferentes apoyos tecnológicos, materiales o recursos, por ejemplo, lectores parlantes, sintetizadores de voz, macrotipos, tableros de comunicación aumentativa y alternativa, materiales en lenguaje braille, entre otros.

El aprendizaje compartido y el intercambio de experiencias no solo mejora las prácticas docentes. Al fortalecer la colaboración contribuimos a garantizar el derecho a la educación media superior de miles de estudiantes con discapacidad para no dejar a nadie atrás.