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Hacia la Nueva Escuela Mexicana. Esteban Moctezuma Barragán

Para el actual secretario de Educación, mejorar la educación de nuestro país pasa por no sólo por mejorar la capacitación de los maestros, sino por resolver una serie de problemáticas en materia de equidad, salud, transparencia y formación cívica y ética.

Fuente:http://www.elmundodelaeducacion.mx/revista/entrevistas/item/esteban-moctezuma-barragan-2


Si la educación es un instrumento para ayudar a las personas a superarse, los índices de desigualdad que existen en México podrían hacernos pensar que ésta ha fracasado. ¿Así es?
Definitivamente, como país estamos en deuda con la población marginada, en especial con los pueblos indígenas.
La educación más pobre se da a los más pobres. Eso lo estamos cambiando. Por eso modificamos la ley para que la educación pública se sostenga en dos pilares: la equidad y la excelencia.
La diferencia entre equidad y la igualdad radica en que ésta última garantiza a todos el mismo trato y la primera apoya más a quien lo requiera para “emparejar el piso”.
La excelencia es la otra condición para que la educación sustente la movilidad social.
¿El problema educativo de México es meramente educativo o tiene que ver con la salud, la alimentación y la pobreza?
La educación no sólo se da en la escuela. Es más, la investigación afirma que los niños aprenden más de lo que ven de los adultos que de lo que les dicen. El ejemplo de todos los adultos de una comunidad es la verdadera base de la educación. Ésta también tiene que ver con las costumbres y los hábitos, con la salud física, mental y emocional, con la alimentación y la actividad física.
Por eso hemos establecido una relación estrecha con la Secretaría de Salud, porque muchos de estos factores “exógenos” a la educación determinan el desempeño escolar.
Otro tema es el familiar. Cada vez más la escuela y los padres de familia deben crear espacios para participar conjuntamente en la formación de niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
Usted ha declarado que parte del problema de la educación en el país se debe a la corrupción. ¿Podría usted ampliar este punto de vista? ¿Cómo se logrará hacer frente a este fenómeno?
El sector educativo es muy amplio e involucra a toda la sociedad. Sin duda, existen prácticas de corrupción que estamos descubriendo y combatiendo en consecuencia.
Los casos más frecuentes, por ejemplo, se relacionan con la venta de plazas o con el cobro por cambios de adscripción. Para evitar la corrupción se creó un sistema para las maestras y los maestros, el cual, a través de la rectoría de la Federación, establece un proceso de ingreso, promoción y reconocimiento que será transparente y público.
Además, hemos regresado con toda fuerza el civismo y la ética a la educación pública para formar en nuestras escuelas mexicanas y mexicanos incorruptibles, honestos y preparados.
Tenemos que volver a educar no sólo en derechos sino también en obligaciones. Las niñas, los niños y los jóvenes deben saber afrontar las consecuencias de sus actos.
¿Cómo se harán realidad los principios trazados en la Estrategia Nacional de Educación Inclusiva (ENEI)?
Con conciencia social, normatividad adecuada y cambio de paradigma. La inclusión consiste en eliminar las barreras que impiden desarrollarnos a todos en un mismo entorno y en un mismo ambiente educativo.
Por eso la estrategia pretende atender a los sectores más afectados por la exclusión, como los indígenas y las personas con discapacidad, por mencionar dos grupos que requieren una nueva forma de inclusión, participación y reconocimiento de toda la sociedad.
La educación es para todos. Es un derecho de todos. Nadie quedará marginado de la oportunidad de crecer y desarrollarse integralmente a través de ella, independientemente de sus limitaciones.
¿Cómo se prevé implementar la Estrategia Nacional de Atención a la Primera Infancia (ENAPI) cuando el Presupuesto de Egresos de la Federación 2020 previó una disminución de recursos para la educación inicial?
Consiste en un acompañamiento a las niñas y los niños desde su nacimiento. Los primeros tres años de vida son fundamentales para todo su proceso de crecimiento y el adulto que se convertirá en un futuro.
Es importante el recurso financiero, pero, sobre todo, cambios en la metodología y la comunicación ante la sociedad. Con mejor preparación en el tema de los normalistas.
El esfuerzo implica mayor coordinación para hacer más con los presupuestos. En la medida en que se requiera por las necesidades de la estrategia se buscará compensar y ampliar recursos. Así lo hicimos en el 2019 para apoyar a las universidades en crisis y para mejorar la infraestructura escolar.
¿Cómo va a enfrentar el problema de las escuelas normales que, al parecer, han sido tomadas por algunos grupos subversivos? ¿Cómo se estructurará la Estrategia Nacional de Mejora Continua de las Escuelas Normales?
Se debe dar prioridad a las normales con revaloración y también con una adecuada planeación del ingreso y la inserción al campo laboral en congruencia con la demanda.
Es importante que consideremos la existencia de las 263 normales, de las cuales solo nueve o 10 tienen problemas en su seno. Las demás están comprometidas con la excelencia en el proceso de formadores de maestras y maestros.
Nunca debemos volver a la estrategia de ignorar y marginar a las normales si queremos maestras y maestros de calidad, comprometidos con las niñas y los niños, con su comunidad y con una educación pública con valores y conocimientos.
¿No le parece que muchas asignaturas que se ven en primaria, secundaria y preparatoria son inútiles para la mayoría de nuestros niños y jóvenes?
La malla curricular está siendo revisada a la luz de los cambios en el artículo 3º constitucional para proporcionar una educación integral en la Nueva Escuela Mexicana.
Esto significa que se reconoce el valor de las matemáticas y también del arte; de las ciencias y del cuidado del medio ambiente; de la tecnología y de la cultura de paz.
Además, en las normales y la capacitación magisterial se formará a los docentes para atender a los alumnos de manera personificada con el objeto de descubrir sus áreas de oportunidad y su potencial para orientarlo en su vida académica.
Un sindicato se crea para defender los derechos de los trabajadores. ¿Considera usted que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se ha limitado a esta función o ha ido más allá de lo que se espera de él?
Hoy contamos con expresiones sindicales variadas y participativas. El SNTE defiende los derechos de los trabajadores de la educación como lo hacen decenas de sindicatos magisteriales en el país.
Respetamos la autonomía de los sindicatos, los cuales deben velar por los derechos laborales con justicia social como principio, pero sin afectar a las niñas y a los niños.
Quiero recordar que durante 35 años el promedio de los días laborables en la educación pública de Oaxaca fue de 90 días.
Este 2019 fue el primer año en que se trabajó durante todo el calendario escolar de 195 días.
Otro aspecto importante es que la ley ahora obliga a elecciones secretas y universales. Tendremos dirigencias cada vez más legítimas.
El artículo décimo sexto transitorio de la reforma constitucional establece que los trabajadores al servicio de la educación se regirán por el apartado B del artículo 123. ¿No afectará esto de manera negativa la transparencia sindical y el combate a la corrupción?
La transparencia y la democracia sindical abarcan tanto al apartado A como al apartado B del artículo 123. Esto significa que también abarca a los trabajadores de la educación y a los trabajadores del Estado.
La transparencia es un principio que hoy se encuentra en todos los ámbitos públicos.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que las reformas a la educación que se echaron a andar en el sexenio pasado implicaban, en los términos del artículo 4 de la Constitución, defender el interés superior de nuestros niños y jóvenes sobre las prebendas de los maestros. ¿Le parece a usted razonable este criterio?
Nos parece no sólo razonable sino fundamental la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En consecuencia, el presidente Andrés Manuel López Obrador incorporó en su iniciativa de modificación del artículo tercero constitucional para poner a niñas, niños, adolescentes y jóvenes en el centro de la educación pública.
En la actual administración, y en nuestro régimen constitucional, eso es compatible con el respeto y la defensa de los derechos de maestras y maestros que hoy han sido revalorados.
Algunos sindicalistas, renuentes a evaluarse, hablan de la “industria de la evaluación” a la que no están dispuestos a someterse. ¿Existe esta industria?
Las maestras y los maestros desean ser evaluados, por lo que jamás se han opuesto a la evaluación. A lo que se opusieron fue a la evaluación ligada a la permanencia, que ya se eliminó. La evaluación que propone la Nueva Escuela Mexicana se vincula con capacitación y formación continua. Para eso se creó la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación.
Le apostamos a la capacitación antes que a la amenaza de despido.
¿Le parece adecuado el presupuesto aprobado recientemente para hacer frente a las necesidades del sector?
Tenemos que hacer más con menos. Y el recurso siempre será corto, pero muchas acciones no requieren recursos financieros.
El presupuesto para la educación pública en México es prioridad del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Siempre trabajamos para incrementar el presupuesto, pero entendemos que los principios de finanzas públicas sanas del gobierno que se reflejan en no aumento de impuestos, no aumento del déficit y no aumento de la deuda pública, exige un esfuerzo de todos.
A mediano plazo, ¿qué resultados podremos esperar de la Secretaría de Educación Pública que usted dirige?
A través de una consulta democrática modificamos los artículos 3º, 31 y 73 de la Constitución y construimos el Acuerdo Educativo Nacional, expresado en las leyes educativas secundarias.
Además, contamos con las Estrategias Nacionales de Atención a la Primera Infancia, de Educación Inclusiva y de Mejora de las Escuelas Normales.
En materia universitaria, estamos rescatando a las universidades en crisis; hemos podido incorporar a 50,000 estudiantes que tenían cerrada la oportunidad de ingresar a una universidad y hemos logrado el primer año escolar completo en 35 años en Oaxaca, entre otras cosas.
Pero lo principal es mejorar el aprendizaje de las niñas y los niños. Para constatar avances se requiere más tiempo.
¿Qué es lo más difícil de ser secretario de Educación Pública?
La inercia que existe en la secretaría. No perder el objetivo de largo aliento de una educación pública con equidad y excelencia, estando consciente de la importancia del encargo, tanto histórica como socialmente hablando.
Hacer perdurar los acuerdos educativos con todos los actores considerando todo un universo de visiones y opiniones es fundamental. El reto es mejorar el aprendizaje y emparejar el piso a todas las niñas y los niños del país.
Si en sus manos estuviera, ¿qué reformas implementaría para mejorar la educación en México?
Las fundamentales, del México de hoy para el mañana, en gran medida, ya tuvieron verificativo en lo legal y proyectaron las de los años subsecuentes. Fue un gran esfuerzo y tenemos leyes sólidas, pertinentes y progresistas.
La reforma que anhelo ver realizada es la implementación de la nueva legislación para mejorar la conciencia de millones de mexicanas y mexicanos para hacer de México un país donde se pueda vivir en paz, en armonía y bienestar.
¿Cómo le gustaría que se le recordara en su paso por la Secretaría de Educación Pública?
Me gustaría que se recordaran más los logros en materia educativa que quien la encabezó y, con ello, que se persista en la búsqueda del consenso y de un gran acuerdo educativo nacional. Que la Nueva Escuela Mexicana quede consolidada.